miércoles, 8 de junio de 2011

Elecciones nacionales, elecciones en la Ciudad, elecciones en el sindicato...


En el mes de julio habrá elecciones en UTE, en la que todos los afiliados elegirán por tres años la conducción en el gremio. Conducción que actualmente está en manos de la lista Celeste, desde hace nada menos que veintitrés años. Conducción cuyas decisiones, estemos o no afiliados, influyen a todos los docentes de todos los niveles, ya que la UTE es quien digita o deja morir los conflictos docentes en la Ciudad.
Queremos dar un panorama de lo que pensamos sobre la conducción de UTE (Lista Celeste) desde la última elección, en 2008, hasta hoy...

Los que hoy conformamos la Agrupación Enriqueta Lucero, somos parte de los que venimos llenando de contenido y acciones los planes de lucha a los que, de manera oportunista y electoral, ha convocado la UTE durante estos últimos años. Cada conflicto se cerró una vez que el sindicato lo decidió unilateralmente, dejando siempre entre los compañeros preguntas acerca de cómo seguir, cómo encarar un plan de lucha y ganar, ya que es común encontrar una suerte de resignación, incluso antes de empezar: “yo no me adhiero porque no quiero que me descuenten”, solemos oír. Nos preguntamos por qué estamos tan acostumbrados a perder, a que nos arreglen con migajas, y a que la escuela pública continúe cayendo continuamente por un tobogán. Nos propusimos unirnos para seguir peleando por todo aquello que aqueja a la escuela pública, discutiendo nuestro rol, contenido y prácticas dentro de la escuela, pero a su vez armando una corriente real que se proponga organizar acciones genuinas, y así mostrar que la Celeste y todos los sindicatos de la Ciudad, no nos llevan a todos los docentes de las narices. Con esa idea impulsamos diversas actividades, participamos de asambleas de distrito, y varios también nos afiliamos a la UTE para generar acciones desde el propio sindicato.
El único ámbito de discusión del que pudimos participar como afiliados fueron los Plenarios generales de delegados, convocados cada tres o cuatro meses, a los que no pueden entrar los compañeros no afiliados, en los que cada delegado tiene dos minutos para hablar, y en los que siempre se aprueba la propuesta de la Comisión Directiva. Generalmente hablan alrededor de treinta delegados pero después votan más de 300 personas, que actúan como una suerte de “levantamanos” de cada propuesta de la conducción Celeste. Los  mandatos que muestran oposición a ésta son ninguneados o chiflados. En esos plenarios nos tocó escuchar con tristeza que la conducción no tenía por qué hacer un paro porque la policía haya pegado a un maestro en Jujuy (palabras de De Michelis, secretario gremial), o que no harían ninguna acción solidaria con los docentes en Santa Cruz, docentes que están llevando adelante una huelga heroica, pidiendo en la más absoluta soledad por parte de CTERA y los gremios nacionales. En esos plenarios también nos tocó escuchar este año, que empezaríamos regularmente las clases aceptando aumentos salariales en cuotas, en momentos en que todos nuestros compañeros nos decían que no debíamos empezar hasta no lograr lo que pedíamos, y que nuestros mandatos, intensamente discutidos, pedían ir al paro antes de aceptar una cifra menor a $2.500 en cuotas, aumento que fue aceptado por la Celeste y que actualmente vemos cómo se lo va comiendo la inflación.
Durante el 2010, cuando el macrismo intentó cerrar grados y cargos, también nos tocó escuchar que ellos no iban a impedir que se cierren grados, sino que se limitarían a defender el cargo docente, aceptando la disponibilidad de los titulares. Fuimos los docentes organizados por asambleas los que tomamos el ministerio, suspendimos actos públicos en algunos distritos hasta que no se regularizara la situación, y frenamos parcialmente el intento de cierre de grados del Ministerio de Educación. Una vez producidos estos hechos, ellos asumieron tibiamente esos reclamos.
Meses después, los estudiantes secundarios dieron una pelea ejemplar por los edificios de las escuelas, que hace años vienen cayéndose de la misma manera para docentes y alumnos, y sin embargo no pudimos luchar junto a ellos por este derecho tan fundamental. ¿Qué hubiese pasado si en ese momento los gremios convocaban un paro y nos movilizábamos junto a los estudiantes?

¿Por qué la UTE es tibia e incapaz de enfrentar seriamente al macrismo?

Entendemos que cualquier conflicto de envergadura en la Ciudad, rápidamente podría contagiar a otros puntos del país. Y en el resto del país dirigen los K, a los que verdaderamente responde la Celeste. Si la conducción Celeste fue incapaz de organizar una lucha de toda la docencia para derrotar al macrismo en las calles, y si son incapaces de solidarizarse con Santa Cruz por el sólo hecho de que el gobernador de esa provincia es kirchnerista, qué nos espera si llegara a ganar las elecciones de la Ciudad un candidato de este sector... Desde ya, ellos ya están en campaña por Filmus, y utilizan la estructura del sindicato, incluidas las elecciones, para ese fin. 

Y Filmus…

El problema es que Filmus ya gobernó: fue funcionario del gobierno de la Ciudad en épocas de Grosso (Menem), luego fue asesor del Ministerio de Educación Nacional en plena época de la reforma educativa del los 90, con Susana Decibe como Ministra. Luego fue ministro de Educación en la Ciudad junto a Ibarra y De la Rúa, y desde esas épocas se vienen gestando las políticas más destructivas hacia la escuela pública. Actualmente, este gobierno, mantiene leyes que mantienen la segmentación del sistema educativo y nos condenan al ahogo presupuestario de las provincias.
Por otro lado, con Macri como jefe de gobierno, contamos con el presupuesto más alto del país que, sin embargo, no ha rersuelto ningún problema popular; para Macri, los “problemas” son otros. Su política es clara: el desvío de fondos públicos para priorizar estructuras represivas, la atracción de inversiones y la “modernización” a la medida de empresas amigas, utilizando los derechos estatales como base para los negocios. El subsidio a escuelas privadas de la Ciudad es de los más altos a nivel mundial. Avanzó con su política privatista, de vaciamiento y desprestigio de la educación y la salud pública. Despilfarró dinero y propagandas amarillas, confundiendo a la población acerca de las propuestas salariales que nos fue haciendo, llegando al escándalo con su última mentira: diciendo que habían aumentado el sueldo de un maestro de jornada completa a $5.800; y con su último negocio: el sobreprecio de las netbooks del “Plan Sarmiento”.
En este momento donde todo parece resolverse únicamente a través del voto, los docentes tenemos mucho para aportar. Fueron las luchas y denuncias que organizamos junto a estudiantes y otros trabajadores las que fueron demostrando quién era este “joven empresario” que venía a aplicar la “nueva política”.  Ahora nos toca desenmascarar también a Filmus: somos los trabajadores de la educación los que más hemos sufrido sus políticas y mejor lo conocemos...
Por eso, debemos pelear para no quedar atrapados en los enfrentamientos electorales entre Filmus y Macri. Los dos ya han gobernado, demostrando cuáles son sus objetivos políticos con respecto a la escuela pública.

Elecciones de UTE: nuestra postura...

Llevamos 19 años de Lista Celeste en el sindicato. Esto devaluó tanto la participación que hoy muchos creen que estar afiliado a la UTE es equivalente a ser de la lista Celeste. Durante estos años no existió participación desde las escuelas. Pero esto tiene una historia: allá por el año 1992 aprobaron un estatuto interno que viola la Ley de Asociaciones Sindicales por no permitir la presentación de listas incompletas y el aval múltiple a las listas, como sí lo autoriza la Ley madre. Recién en el año 2008, ante el desgaste que acarreaban, dejaron que se presenten listas incompletas, y así fue como después de muchos años se pudieron presentar listas de oposición, pero lo permitieron como una especie de “bondad”, ya que nunca se propusieron cambiar las reglas de juego. ¿Qué implica este estatuto? Que los que querramos armar una lista y presentarnos a las elecciones debemos presentar 309 candidatos que deben estar afiliados con una antigüedad de dos años, y que deben estar equitativamente distribuidos entre los Distritos Escolares, pues representarían a cada zona en un supuesto Congreso del sindicato; ese Congreso NUNCA FUE CONVOCADO. Sólo mantienen estas reglas de juego con el objetivo de sean ellos los eternos ganadores. Con esta política no hicieron más que contribuir a la terrible atomización sindical que hoy padecemos. El desparramo de 17 sindicatos sólo favorece a los gobiernos y por eso estamos a merced de cúpulas que sólo funcionan como empresas vendedoras de puntaje docente y que dividen más y más las huelgas y conflictos.
Nuestra Agrupación, más todos aquellos que quieren recuperar el gremio, en estas elecciones impugnaremos el voto, introduciendo en la urna todas las propuestas que no tuvieron posibilidad de darse a conocer. Nuestra propuesta es trabajar junto a todos los que quieran recuperar el sindicato y ponerlo al servicio de todos los docentes. Si bien existe otra lista opositora (Lista Rosa), no hubo voluntad en sus integrantes para que podamos unirnos todos los que deseamos priorizar la recuperación del sindicato y armar una lista única de oposición. Para trabajar por la recuperación vemos indispensable la elección de delegados en cada escuela. Para que puedan funcionar en cada distrito como los portavoces y organizadores de lo que preocupa al conjunto, organizando asambleas por escuela y por distrito, imponiendo a las conducciones sus mandatos para dejar de “acatar” lo que otros “decretan”, para pasar a ser los maestros los verdaderos voceros y conductores de los sindicatos.

No esperemos que las conducciones nos digan qué hay que hacer. Seamos nosotros los que enseñemos (también) cómo hay que pelear.